La Increíble Historia del Ford Escort: Un Ícono Automovilístico

El Ford Escort debutó en enero de 1968 durante el Salón de Bruselas, en un contexto en el que la marca necesitaba un modelo accesible y eficiente para el mercado europeo. A pesar de no ser revolucionario en su diseño o tecnología, el Escort se convirtió rápidamente en un vehículo icónico de Ford y en una pieza clave en su estrategia comercial, siendo el sustituto del Ford Anglia.

El Comienzo de una Leyenda

El Ford Escort fue introducido como un coche confiable y práctico, destinado a competir con rivales como el Simca 1000, el Opel Kadett y el Renault 8. Su objetivo era satisfacer las necesidades del conductor promedio europeo, y cumplió con creces al ofrecer una gama inicial compuesta por motores de 1.1 litros y 54 CV, y 1.3 litros con 75 CV. Más adelante, se introdujeron variantes deportivas y de mayor potencia, como el Ford Escort RS de 1970, que con su motor de 1.6 litros y 115 CV, ofrecía un rendimiento dinámico superior.

Evolución a lo Largo de las Generaciones

La primera generación del Escort, conocida como MkI, se mantuvo en producción hasta 1975, cuando fue reemplazada por la segunda generación. Este modelo adoptó un diseño más estilizado y fastback, con un frontal renovado. Sin embargo, fue la tercera generación, lanzada en 1980, la que marcó un hito importante: el Escort pasó a tener tracción delantera y un motor transversal, lo que mejoró su maniobrabilidad y competitividad.

La tercera generación también trajo consigo la popular variante XR3i y el deportivo RS Turbo, que elevó la potencia del Escort a 130 CV, convirtiéndolo en un serio rival del Volkswagen Golf GTI y el Opel Kadett GSI.

El Legendario Escort RS Cosworth

En 1990, con la llegada de la quinta generación, el Ford Escort alcanzó su máxima expresión deportiva con el lanzamiento del Escort RS Cosworth, un modelo diseñado específicamente para el mundo de los rallys. Equipado con un motor de 2.0 litros, 16 válvulas y 224 CV, el RS Cosworth era una auténtica bestia sobre ruedas, con tracción a las cuatro ruedas y un diseño aerodinámico agresivo que incluía el icónico alerón trasero.

La Última Generación del Escort

En 1995, Ford lanzó la sexta y última generación del Escort en Europa, con un diseño más suave y aerodinámico, y una parrilla ovalada característica de la época. Aunque esta generación no incluyó una versión Cosworth, el Escort siguió siendo un éxito de ventas hasta que fue reemplazado por el Ford Focus en 1999.

A lo largo de sus seis generaciones, el Ford Escort dejó una marca imborrable en la historia del automovilismo, siendo un modelo que combinaba practicidad, fiabilidad y deportividad, y ganándose el cariño de generaciones de conductores en todo el mundo.