Jan de Rooy: La Leyenda del Dakar y el Piloto que Desafió los Límites en Camión

El mundo del automovilismo ha perdido a una de sus figuras más icónicas en el Dakar: el legendario piloto Jan de Rooy. Este holandés, conocido por sus hazañas al volante de camiones DAF en el desierto, falleció a los 80 años, dejando una trayectoria llena de logros y momentos inolvidables en la historia del rally más desafiante del mundo. Su nombre quedará siempre vinculado a la épica imagen de su camión adelantando al Peugeot de Ari Vatanen a más de 200 km/h en pleno desierto, una hazaña que sigue sorprendiendo décadas después.

La Proeza: Superando al Peugeot 405 T16 de Vatanen

Uno de los momentos más recordados de Jan de Rooy tuvo lugar en el París-Dakar de 1988. Conducía un camión DAF TurboTwin X1 de 10 toneladas y más de 800 caballos de fuerza. En un tramo a alta velocidad del desierto, De Rooy aceleró hasta los 200 km/h y logró adelantar al Peugeot 405 T16 de Ari Vatanen, un vehículo mucho más ligero, diseñado para velocidad y casi con especificaciones de Grupo B. Este momento memorable sigue siendo objeto de fascinación, no solo por la potencia bruta de su camión, sino por la valentía de De Rooy para desafiar a un campeón con un vehículo más aerodinámico y ligero.

De Empresario a Leyenda de la Competición

Nacido como Johannes de Rooy, Jan era un empresario apasionado de los motores y fundador de una compañía de transporte junto a su hermano. Inició su carrera en competiciones sobre dos ruedas y posteriormente se aventuró en el mundo de los rallies con coches, pero encontró su verdadera vocación en los camiones de competición. A principios de los años 80, comenzó a competir en el Dakar, siempre con camiones de la marca DAF, y desde entonces se hizo un nombre por su estilo audaz y sus máquinas innovadoras.

Los Camiones DAF y la Historia en el Dakar

Jan de Rooy debutó en el Dakar en la categoría de camiones de más de 10 toneladas y en su primera participación logró llevarse la victoria en su clase. Aunque en sus primeras competiciones no siempre obtuvo buenos resultados, rápidamente se ganó el respeto y la admiración de los aficionados con camiones únicos, como el DAF de dos cabinas. En 1985, alcanzó el segundo puesto y, dos años después, en 1987, ganó el Dakar con su formidable DAF TurboTwin II.

Poco tiempo después, llegaron los equipos rusos con los poderosos camiones Tatra y Kamaz, que dominaron la competición durante las siguientes dos décadas. Sin embargo, el Team de Rooy se mantuvo presente, con el legado de Jan continuado por su hijo Gerard de Rooy, quien ganó el Dakar en las categorías de camiones en 2012 y 2016 con un camión Iveco.

La Competición en Familia y el Retiro

Jan de Rooy no solo compitió como piloto, sino que también compartió el Dakar con su hijo Gerard. Ambos participaron en distintas ediciones, formando un equipo familiar que se convirtió en un símbolo en la categoría de camiones. En 2008, a sus 65 años, De Rooy ganó la Africa Race, un logro que añadió a su ya impresionante historial. Finalmente, en 2009, decidió retirarse de la competición, cerrando una carrera llena de éxitos y dejando un legado que su hijo ha seguido fortaleciendo.

Un Ícono del Dakar que Inspiró a Generaciones

La historia de Jan de Rooy en el Dakar es una muestra de pasión, tenacidad y valentía. Enfrentarse al desierto en un camión de 10 toneladas a velocidades impensables y desafiar a los mejores pilotos del mundo le aseguró un lugar especial en la historia del rally. Su habilidad para manejar estas máquinas gigantes y su espíritu incansable inspiran aún a nuevas generaciones de pilotos.

Con su fallecimiento, el Dakar pierde una de sus leyendas, pero su legado permanecerá, en cada etapa de arena, en cada desafío del desierto y en cada camión que sigue su ruta, buscando igualar la grandeza de Jan de Rooy.