“Ayer murió mi sucesor”. Con estas emotivas palabras, Juan Manuel Fangio expresó su dolor en una radio argentina un día después del fallecimiento de Ayrton Senna. La relación entre estos dos gigantes de la Fórmula 1 fue más allá de la admiración profesional; se convirtió en una profunda amistad basada en el respeto y el cariño mutuos.
Fangio, quien ostentaba el récord de cinco títulos en Fórmula 1, veía en Senna a su posible sucesor. Desde su primer encuentro en mayo de 1984, durante el estreno del Grand Prix Strecke en Nürburgring, la química entre ellos fue instantánea. Senna, quien originalmente no estaba invitado a la carrera de las estrellas organizada por Mercedes-Benz, terminó participando y ganando, tras ser invitado como reemplazo de Emerson Fittipaldi. Al final de la carrera, Fangio se acercó al joven piloto brasileño y, con una sonrisa, le dijo: “Ahora entiendo por qué la gente habla bien de vos”.